Una
familia de Vilagarcía que visitaba
en la tarde del pasado martes el
paraje de Segade (Caldas de Reis) en
compañía de unos amigos jamás
podrá olvidar su paso por la
localidad. Cuatro miembros del
grupo, que tomaban fotografías de
la zona, fueron sorprendidos,
alrededor de las 19.45 horas por la
corriente del Umia, quedando
aislados en medio de una roca.
En
el lugar se personaron efectivos de
Protección Civil de Caldas, y poco
después, dos agentes de la Policía
Local y cuatro agentes de la Guardia
Civil de Caldas, que ordenaron
cerrar a operarios de Dragados las
compuertas de desagüe del embalse,
para proceder al rescate. Por
suerte, el caudal del río disminuyó
en las últimas semanas, con lo que
se evitaron consecuencias mayores.
La
Coordinadora Anti-encoro daba a
conocer ayer los hechos, confirmados
por miembros del Instituto Armado,
denunciando, una vez más, el
peligro que supone para los vecinos
de Segade la apertura sin previo
aviso de las compuertas de la presa
que entraba en funcionamiento el mes
pasado. En este sentido, el
colectivo expresó ayer en un
comunicado que no descarta dirigirse
"ás autoridades estatais na
materia á vista de que a Xunta se
inhibe, ou á Fiscalía'', para que
se tomen las medidas de protección
necesarias para los vecinos y los
turistas que se acercan hasta la
cascada.
"A
mesma Garda Civil puido comprobar
onte como a Coordinadora non é
catastrofista'', indicaron.
Asimismo, el grupo se refirió a la
muerte de un joven "polas
mesmas circunstancias'' en el río
Mandeo en el año 1997, suceso por
el que el ingeniero de la empresa
constructora del embalse fue
condenado recientemente al pago de
una indemnización de 10 millones de
pesetas.
Los
opositores tacharon de
"irresponsables'' al
conselleiro de Política
Territorial, Xosé Cuiña, a la
empresa Dragados y a los que
"colaboraron'' para poner en
funcionamiento el embalse, por ser
una obra que "só persigue
fines especulativos privados e por
pechalo sen tomar as mínimas
medidas de protección'', añadieron.
Jueves
12 de abril de 2001
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