Artículo de la Revista Biológica
del mes de mayo del 2000. Lo firma Fernando Pizarro, de AEMS. Madrid.
"Esta sentencia pone de
manifiesto que el funcionamiento normal de una minicentral es muy
perjudicial para el río: los caudales ecológicos son de chiste y
acientíficos, las fluctuaciones del río matan y es una ruina. En Galicia
debieran cerrarse todas las minicentrales construidas están arruinando
los ríos gallegos."
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El
Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha establecido
recientemente que las medidas correctoras de impacto ambiental
impuestas por la Confederación Hidrográfica del Tajo a tres
centrales hidroeléctricas de Unión Fenosa, emplazadas en el futuro
Parque Natural del Alto Tajo, son insuficientes para el
mantenimiento del ecosistema fluvial.
Esta sentencia, que
resuelve un recurso interpuesto por AEMS-Ríos con vida en 1990,
reconoce asimismo que los caudales ecológicos impuesto por
la Confederación Hidrográfica para ser liberados por los embalse
"no se fundamentan en criterios técnicos o científicos y
que son muy inferiores y claramente insuficientes para la
conservación de la población piscícola". A este respeto
hay que decir que las más de 200.000 hectáreas de superficie
boscosa del Alto Tajo, en las que se refugian especies protegidas
como la nutria y algunas de las últimas poblaciones autóctonas de
trucha y cangrejo.
Por otra parte las
oscilaciones bruscas de nivel del agua provocadas por la apertura de
las compuertas de las centrales hidroeléctricas causan graves
impactos en el hábitat fluvial, por lo que el TSJM ordena que
se limiten. Esto quiere decir que será muy dificil hacer rentable
la producción de energía. Además, el tribunal obliga a instalar
barreras a la entrada y a la salida de las turbinas con el fin de
que no muera la fauna fluvial.
Con esta sentencia se
constata que el funcionamiento normal de una central
hidroeléctrica es muy perjudicial desde el punto de vista
ambiental, lo que contradice de plano que éstas sean
presentadas como fuente alternativa de energía. En España se
subvencionan estas instalaciones en los mejores ríos que quedan
porque erróneamente se piensa que son compatibles con la
conservación del medio. Actualmente hay más de 700 centrales
solicitadas, entre las que destaca el proyecto de Unión Fenosa de
construir 20 en el osero y salmonero río Narcea ( Asturias), lo que
ha motivado una creciente oposición por parte de los pueblos
ribereños ya que, además de no dar empleo por ser automáticas,
acaban con uno de los principales recursos del pujante turismo
rural, los ríos bien conservados.
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